El vino siempre ha sido sinónimo de festividad, de celebración en torno a la cultura y tradiciones de nuestra tierra. A lo largo de la historia, ha tenido un papel importante en todos los ámbitos culturales, desde la música, el arte o la literatura, llegando a crear festivales en torno a la vendimia.
Tampoco nos podemos olvidar de la unión perfecta entre la gastronomía y el vino, siendo ambos parte intrínseca de nuestra cultura y considerándolo esencial en todas las mesas y momentos en los que compartir. Y es que el vino es el complemento perfecto para cualquier plan, haya o no un motivo para celebrar.
Por eso hoy queremos ir un paso más allá y hablaros del vino en relación con la cultura, hablando especialmente de su relación con la música, el arte, la literatura y los festivales vinícolas. ¡Prepárate!
Vino y música, placer divino
El vino y la música han estado ligados desde hace muchos años, ya no solo porque muchos artistas hablan en sus canciones sobre esta bebida como elemento divino, sino por servir de inspiración para la creación.
De manera general, el vino siempre ha estado relacionado con música más elevada como la música clásica o la ópera aunque, a día de hoy, se realizan todo tipo de actividades, como catas, eventos especializados y festivales en torno al consumo del vino, ambientados con música de cualquier tipo generando la sinergia perfecta. Disfrutar de un encuentro vinícola, donde la música está presente, influye de forma muy positiva en el disfrute del momento y la degustación del vino.
El arte con el vino
¿Podría ser el vino la bebida por excelencia más pintada en el arte a lo largo de la historia? Muy probablemente sí. Desde la época grecorromana hasta la actualidad el vino ha sido representado en numerosas obras acompañando a personajes célebres, situaciones cotidianas o bodegones. Incluso para muchos artistas sirve de inspiración y acompañamiento para crear sus obras, y es un elemento más para el disfrute de las obras en espacios dedicados al arte.
El vino y el arte tienen una conexión especial ya que, para disfrutar 100% de una obra, es necesario utilizar los 5 sentidos al igual que cuando probamos un vino. La vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto hacen que sintamos cualquier obra de arte en su máxima expresión. Y lo mismo sucede con el vino, por lo que si juntamos las dos experiencias se convierte en un verdadero placer.
Qué mejor forma de probar esta sinergia que el 15 de abril cuando se celebra el Día Mundial del Arte. Resérvate el día para sacar tu lado más vinícola y artístico.
El vino y la inspiración en la literatura
Para los amantes de la escritura y la lectura, el vino es el maridaje perfecto. Numerosos escritores, como Pablo Neruda, Shakespeare, Cervantes, Federico García Lorca, hablan en sus obras del zumo de uva más especial que ha sido el protagonista en muchas novelas y que ha servido de inspiración.
Los brindis entre copas y hojas son el plan perfecto para disfrutar de un momento de desconexión, compartir una lectura con la mejor compañía o inspirarte para escribir.
Y, además, el 23 de abril, siendo el Día del Libro, es el mejor momento para degustar cada hoja de tu libro favorito junto a una copa de tu vino favorito.
Festivales del vino
En España tenemos tal cultura alrededor del vino que existen fiestas regionales para festejar la vendimia al completo: desde la recogida de la uva, la pisada, hasta su embotellamiento. Cada fiesta sirve como convocatoria nacional e internacional para reunir a numerosas personas de todas las ciudades. Durante la celebración de fiestas, el protagonista total es el vino propio de cada región destacando la gran variedad que tenemos: blancos, tintos, rosados, finos, espumosos, dulces, secos, entre otros muchos.
Además, durante el período festivo se incluyen todo tipo de actividades: concursos, jornadas gastronómicas, desfiles, trajes regionales y numerosos actos sobre la cultura vinícola. Se podría decir que, casi, cada comunidad autónoma tiene una fiesta propia y nos llena de orgullo decir que España es, por excelencia, tierra de buena comida y buen vino y que aquí nos gusta mucho disfrutar al máximo de nuestros encuentros junto a estos protagonistas.
Lo que sí queda claro es la perfecta y necesaria relación existente entre el vino y la cultura en todas sus formas. Cualquier plan y momento es bueno para tomarse una copa, más si tienes una compañía espléndida: lo que el vino une, que no lo separe nadie. Además, tienes multitud de planes y actividades que puedes hacer.