Antes del plan, ya hay un plan. Vermutear es una actitud.

Vermut
Aperitivo con alma de vino. ¡así es! ¾ partes del vermut es vino -normalmente blanco- que se pone a macerar con ajenjo y otras hierbas, especias, cortezas, flores, frutas… cada vermut es un mundo y cada uno está hecho a partir de su “receta secreta”. Dulce, seco, amargo, aromático… pero siempre elegante y con mucho rollo.

¿Cómo se toma?

Frío, con hielo, servido con una rodaja de naranja o limón (según los gustos de cada uno) y con una aceituna si te va el clásico. Si quieres hacerlo más ligero, añádele un toque de sifón. En vaso corto y con calma. Es el ritual del vermuteo.

¿Cuándo apetece?

En el aperitivo de fin de semana, en esa quedada previa que se alarga o cuando quieres algo sabroso sin llegar a lo intenso. El Vermut no tiene prisa, pero siempre llega a tiempo.

Maridaje

Con conservas, banderillas, patatas chips, aceitunas, mejillones en escabeche… es el mejor compañero de barra. Le poner algo salado al lado y ya lo tienes todo.