Abrir una botella de vino espumoso, es una experiencia que puede parecer intimidante.
Sin embargo, hacerlo de manera incorrecta puede resultar en derrames, pérdida de burbujas, o incluso sorpresas. La presión dentro de una botella de vino espumoso es considerablemente alta debido a su contenido de dióxido de carbono, lo que hace que el proceso de apertura requiera un poco de cuidado.
Por eso, saber cómo abrir una botella correctamente es esencial para disfrutar al máximo de este tipo de vino para vivir la experiencia de una manera óptima.
1. Enfría la botella a la temperatura correcta
El primer paso para abrir un vino espumoso correctamente es asegurarte de que esté bien frío. La temperatura ideal es entre 6 y 8 ºC. Enfriar la botella no solo mejora la experiencia de degustación, resaltando sus burbujas y aromas, sino que también reduce la presión interna. Esto facilita la apertura y evita que el corcho salga disparado con demasiada fuerza.
Puedes colocar la botella en la nevera unas horas antes de servir o, en su defecto, enfriarla en un recipiente con hielo y agua durante al menos 20 minutos.
2. Evita agitar la botella
Es crucial manejar la botella con cuidado desde el momento de la compra hasta su apertura. Evita agitarla, ya que esto incrementa la presión interna y puede provocar que el corcho salga de manera incontrolada y el vino se derrame al abrirlo.
Por otro lado, te recomendamos almacenar la botella de forma horizontal para que el corcho se mantenga húmedo y evitar que el oxígeno llegue y el dióxido de carbono se escape.
3. Coloca la botella en una superficie estable
Apoya la botella en una superficie plana y segura antes de abrirla. Si prefieres abrirla sosteniéndola en el aire, asegúrate de tener un buen agarre en la base de la botella para un mayor control. Esto es importante para evitar que la botella se resbale o se caiga durante el proceso de apertura.
4. Retira la cápsula y el bozal con precaución
Quita primero la cápsula de aluminio que cubre el corcho, y luego afloja el bozal de alambre que lo mantiene en su lugar. Mantén siempre una mano sobre el corcho mientras retiras el bozal, ya que la presión interna puede hacer que el corcho salga de manera inesperada.
5. Apunta la botella en una dirección segura
Nunca dirijas la botella hacia personas, animales o cualquier objeto frágil. Inclina la botella a unos 45 grados y apunta hacia un área despejada y segura. Esto reduce la posibilidad de que el corcho salga disparado hacia algo o alguien, causando posibles sorpresas.
6. Sujeta el corcho firmemente
Usa una mano para sostener la base de la botella y la otra para sujetar el corcho. Mantén una sujeción firme pero no demasiado apretada, ya que necesitas permitir un poco de movimiento. Este agarre es esencial para controlar la salida del corcho sin que salga de golpe.
7. Gira la botella, no el corcho
En lugar de intentar girar el corcho, gira lentamente la botella mientras sujetas el corcho. Esta técnica permite liberar la presión de forma controlada, minimizando el riesgo de que el corcho salga disparado. Sentirás cómo el corcho empieza a aflojarse poco a poco; sigue girando suavemente hasta que salga con un leve sonido, en lugar de un «pop» ruidoso.
8. Controla la salida del corcho
A medida que giras la botella, sentirás que el corcho comienza a liberarse. Trata de reducir el sonido del “pop”, que aunque puede ser divertido, puede desperdiciar burbujas. Un sonido más suave indica que has abierto la botella correctamente, manteniendo la efervescencia y evitando derrames.
9. Prepara una copa antes de abrir la botella
Ten una copa lista y cerca para servir el vino espumoso inmediatamente después de abrir la botella. Esto no solo evita derrames innecesarios, sino que también permite disfrutar del vino en su mejor momento, mientras conserva su frescura y efervescencia.
Sirve lentamente para controlar la espuma y evitar que rebose.
10. Sirve y disfruta con moderación
Una vez abierto, sirve el vino con cuidado, inclinando la copa ligeramente para minimizar la pérdida de burbujas. Disfruta del vino espumoso con moderación, saboreando sus matices y aromas. Recuerda que la clave está en la moderación tanto al servir como al degustar.
Siguiendo estos pasos, podrás abrir una botella de vino espumoso de manera segura y sin complicaciones, asegurando una experiencia agradable.
¡Salud y disfruta!