Seguro que en más de una ocasión, mientras disfrutabas de tu vino favorito, te has preguntado cómo se descubrió el vino, por qué las botellas de vino tienen un hueco en la parte de abajo o por qué suelen ser de 750 ml, entre otras cosas.
Si quieres salir de dudas y presumir de que el vino no tiene secretos para ti, sigue leyendo.
¿Cómo se descubrió el vino?
Se dice que, como la mayor parte de los descubrimientos importantes, fue fruto del azar. Una de las teorías más extendidas es que fue en el año 5.400 a.C. en la antigua Mesopotamia cuando por accidente unas uvas fermentaron en un ánfora, dando lugar al descubrimiento de tan preciado líquido aunque la primera producción controlada data del año 3.000 a.C. aproximadamente.
¿Por qué las botellas de vino tienen un hueco en la parte de abajo?
Ese “hueco” se llama picada y sirve para que los sedimentos se mantengan en los laterales, evitando que caigan en la copa al servirse. Otra de sus funciones es la de aportar mayor robustez y resistencia a las botellas, ya que si fueran planas podrían estallar, especialmente si la botella contiene algún vino espumoso. Además, también facilita el agarre de la botella a la hora de servir los vinos.
¿Por qué las botellas normalmente son de 750 ml?
Principalmente porque con ello disminuimos algo su acidez y los hacemos más refrescante. De cualquier forma, hay que tener en cuenta que todos los blancos no son iguales, dependerá de si son blancos jóvenes (6-9º) o blancos con crianza (10-12º). Es importante recordar que si nos pasamos de frío con los vinos blancos, corremos el riesgo de perdernos otros aromas como sus toques frutales, florales o cítricos. Tenedlo en cuenta y ¡a disfrutar!
Esperamos que estas curiosidades te hayan resultado interesantes y te hayan servido para conocer un poco más sobre el apasionante mundo del vino.