Ni blanco ni tinto. Rosado y punto. El vino que no necesita elegir bando.

Vino rosado
Vino elaborado con uvas tintas, pero en este caso, el mosto está en contacto con la piel de las uvas por poco tiempo… lo justo para teñirse de rosa. Es afrutado, alegre, fácil de beber y con notas que recuerdan a frutas rojas, flores y caramelos suaves.

¿Cómo se toma?

Fresquito, entre 8ºC y 12ºC. Lo suyo sería servirlo en una copa “con pie” para evitar que se caliente al cogerlo. Ideal para brindar con color.

¿Cuándo apetece?

En un brunch, un picnic, una barbacoa, una paella con amigos o una tarde de verano… o cuando no te decides entre blanco y tinto.

Maridaje

Marida muy bien con platos frescos, ensaladas, pasta, comida asiática o simplemente con unas chips y buena compañía. El rosado siempre encaja.